La hazaña de un león indomable
- Martín Anguita
- 18 jun 2020
- 2 Min. de lectura
Roger Milla es el fiel ejemplo de que no hay edad para explotar futbolísticamente. Sí aún no alcanzas tu peak, quédate tranquilo, que ejemplos hay varios. Uno de ellos es, ni nada más ni nada menos que, Esteban Paredes , que arribó al cuadro popular a sus cortos 29 añitos.
El oriundo de Yaundé, Camerún (1952), llegó al mundo con el apellido Miller, pero se lo cambió con la idea de que sonara más africano. Durante su carrera deambuló por varios equipos de la liga francesa sin grandes éxitos.
Su poca regularidad lo llevó a retirarse del fútbol en 1987, con el Mundial de Italia 90 a la vuelta de la esquina. Sin embargo, el presidente de su país lo hizo cambiar de opinión para que jugara con la selección, donde se adjudicó la suma de cuatro goles, consagrando a su equipo en la cita planetaria.
Esa participación será recordada para siempre, ya que fue la primera vez que una nación africana ganó un partido en octavos de final. Sus dos goles ante la Colombia de René Higuita , el Caszely cafetero, desataron la alegría del 9 que nos deleitó con sus alegres pasos de baile al costado del banderín del córner.
Luego se dio el lujo de disputar el Mundial de USA 94, con 42 años, convirtiéndose en el jugador más veterano en jugar una fase final. Por si fuera poco, el minino, metió un gol ante los rusos, que lo catapultó como el jugador de mayor edad en marcar en la competencia.
El héroe de Los Leones Indomables se retiró en 1997 en el Putra Samarinda de Indonesia con 45 años de edad, dejando un legado imborrable en los futbolistas veteranos.
¿Se convertirá Paredes en el siguiente Roger Milla del fútbol? Los atributos los tiene.

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